viernes, 19 de noviembre de 2010

PROYECTO: LEY DEL LIBRO

PROYECTO: LEY DEL LIBRO

 

Les cuento un poco como surge la idea de la “ley del libro”. Resulta que en el mes de noviembre, hace apenas una semana, participé del encuentro de jóvenes poetas en la feria del libro de La Rioja. Bueno, en una de las actividades nos explicaron que allá cuentan con una ley que apoya, fomenta y colabora con la edición de libros que sirvan para estudio o sean de interés cultural.

Me pregunté si a nivel nacional o en la provincia de Buenos Aires existe algún sistema parecido, en el cual el Estado “renuncia” al cobro de $60.000 anuales en concepto de ingresos brutos para que los contribuyentes los destinen a la edición de nuevos libros. La respuesta fue, obviamente, NO!

Para mi punto de vista este proyecto debe llegar a la legislatura provincial, así sentar otro precedente más, para luego Luchar por una ley nacional que impulse en el arte un trabajo que sustentable.

 Sino leamos nuestra constitución. Dice en el artículo 32: "El Congreso federal no dictará leyes que restrinjan la libertad de imprenta o establezcan sobre ella la jurisdicción federal." Yo creo que las leyes actuales sólo colaboran con el seudo monopolio de las grandes editoriales que son las únicas beneficiadas relegando a los demás a transitar entre sombras. Sino también el artículo 42 de la Carta Magna que preceptúa: "...Las autoridades proveerán a la protección de... los derechos de los usuarios y consumidores...", con la finalidad de garantizar el bienestar general. Acá me pregunto, ¿El bienestar de los escritores, de las personas que, como yo, entregadas al arte, dónde radica? Creo que es hora de generar estas zonas óptimas para el desarrollo, para la expansión y con ellas brindar una fuente estable de trabajo, tanto como para las editoriales pequeñas, editores jóvenes, imprentas y demás entidades y pymes inmersas en este ciclo; como así también ejercer el derecho de usuario y consumidor de poder acceder a las creaciones de mis coterráneos, de todos y cada uno que ayuden a desarrollarme como persona. El Artículo 14 bis- dice: “El trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes…” Es mi derecho, el tuyo y el de todos, hagámoslo valer con una nueva ley que impulse al desarrolle y no que recorte nuestras posibilidades y capacidades.

Desde ya, muchas gracias por su atención. Voy a estar juntando firmas para adjuntar al proyecto. Cualquier consulta que necesiten la pueden hacer a  laculturadelamor@gmail.com

 La Ley Nº 6539 de la provincia de La Rioja que fuera sancionada el 8 (ocho) de Octubre del año 1998 se puede leer y descargar en:

http://www.culturalarioja.com.ar/Down/leydellibro.doc

Sí, no se sorprendan, hace más de diez años que venimos atrasados. 

EDÚ VARDÉ

martes, 9 de noviembre de 2010

ROBERTO FONTANARROSA - MALAS PALABRAS

No sé que tiene que ver con lo de la internacionalización, que, aparte, ahora que pienso, ese título lo habrán puesto para decir que una persona que logra decir correctamente in-ter-na-cio-na-li-za-ción es capaz de ponerse en un escenario y hablar algo —porque es como un test que han hecho—.

Algo tendrá que ver el tema, éste, el de la malas palabras, por ejemplo, con éste, como el que decía el amigo Escribano (José Claudio Escribano), se nota que es tan polémica esta mesa que es la única a la que le han asignado «escribano» para que se controle todo lo que se dice en ella.

Creo que es un aporte real en cuanto al intercambio, me ha tocado vivir cuando he tenido que acompañar a la selección argentina a partidos (de fútbol) en Latinoamérica. El intercambio que hay en esos casos de este lenguaje es de una riqueza notable; es más, en Paraguay nos decían «come gatos» que es, estrictamente para los rosarinos, «un rosarinismo».

Un Congreso de la Lengua, es más que todo, para plantearse preguntas. Yo como casi siempre hablo desde el desconocimiento, me pregunto por qué son malas las malas palabras, quién las define como tal. ¿Quién y por qué?, ¿quién dice qué tienen las malas palabras?, ¿o es que acaso les pegan las malas palabras a las buenas?, ¿son malas porque son de mala calidad?, o sea que ¿cuando uno las pronuncia se deterioran? o ¿cuando uno las utiliza, tienen actitudes reñidas con la moral?

Obviamente, no se quién las define como malas palabras, tal vez sean como esos villanos de viejas películas como las que nosotros veíamos, que en un principio eran buenos, pero que al final la sociedad los hizo malos.

Tal vez nosotros al marginarlas, las hemos derivado en palabras malas, lo que yo pienso es que brindan otros matices muchas de ellas. Yo soy fundamentalmente dibujante, con lo que uno se preguntará: ¿qué hace ese muchacho arriba del escenario? Manejo muy mal el color, por ejemplo, pero a través de eso sé que cuanto más matices tenga uno, más puede defenderse, para expresarse, para transmitir, para graficar algo, entonces, ¿hay palabras, palabras de las denominadas malas palabras que son irremplazables, por sonoridad, por fuerza, algunos incluso por contextura física de la palabra. No es lo mismo decir que una persona es tonta o zonza que decir que es un pelotudo. Tonto puede incluso incluir un problema de disminución neurológica realmente agresivo.

El secreto de la palabra pelotudo, ya universalizada —no sé si está en el diccionario de dudas—, está en que también puede hacer referencia a algo que tiene pelotas. Puede hacer referencia a algo que tiene pelotas que puede ser un utilero de fútbol que es un pelotudo porque traslada las pelotas; pero lo que digo, el secreto, la fuerza; está en la letra t. Analicémoslo —anoten las maestras—: está en la letra t, puesto que no es lo mismo decir zonzo que decir peloTUdo.

Otra cosa, hay una palabra maravillosa que en otros países está exenta de culpa —esa es otra particularidad, porque todos los países tienen malas palabras pero se ve que las leyes de algunos países protegen y en otros no—, hay una palabra maravillosa, decía, que es carajo. Yo tendría que recurrir a mi amigo y conocedor, Arturo Pérez Reverte, conocedor en cuanto a la navegación, porque tengo entendido que el carajo era el lugar donde se colocaba el vigía, en lo alto de los mástiles de los barcos para divisar tierra o lo que fuere, entonces mandar a una persona al carajo era estrictamente eso, mandarlo ahí arriba.

Amigos mexicanos con los que estuve cenando anoche me estuvieron enseñando una cantidad de malas palabras mexicanas. Ahora que lo pienso creo que me estaban insultando porque se suscitó un problema con la cuenta a la hora de pagar. Me explicaban, que las islas Carajo son unas islas que están en el océano Indico.

En España, el carajillo es el café con coñac y acá apareció como mala palabra, al punto que se llega a los eufemismos se decía caracho es de una debilidad absoluta y de una hipocresía... ¿no?

A veces hay periódicos que ponen: «El senador fulano de tal envío a la M a su par…». La triste función de esos puntos suspensivos, realmente el papel absurdo que están haciendo ahí, merecería también una discusión acá, en el Congreso de la Lengua.

Voy a ir cerrando, hay otra palabra que quiero apuntar que creo es fundamental en el idioma castellano, que es la palabra «mierda», que también es irremplazable. El secreto de la contextura física está en la r —anoten las docentes— porque es mucho más débil como lo dicen los cubanos: miELda, que suena a chino y eso —yo creo que ahí está la base de los problemas que ha tenido la Revolución cubana—, quita de posibilidades de expresiva.

Voy cerrando, después de este aporte medular que he hecho al lenguaje y al Congreso, lo que yo pido es que atendamos a esta condición terapéutica de las malas palabras. Mi psicoanalista dice que es imprescindible para descargarse, para dejar de lado el estrés y todo ese tipo de cosas. Lo único que yo pediría (no quiero hacer una teoría) es reconsiderar la situación de estas palabras. Pido una amnistía para la mayoría de ellas. Vivamos una navidad sin malas palabras e integrémoslas al lenguaje, que las vamos a necesitar.

Texto adaptado de su transcripción.

lunes, 1 de noviembre de 2010

¡ULTIMO MOMENTO! ¡URGENTE!


PROCESO DE INVESTIGACIÓN ARMAMENTISTA

Lean todos, atentamente:
Estados unidos conjuntamente con la ONU han revelado un sumo secreto. Hace algún tiempo se ha descubierto un poderoso armamento a prueba de defensas y radares, capaz de destruir y aniquilar todo a su paso. Nadie puede especificar cuando fue, pero se cree que existe desde que el mundo es mundo y el tiempo es tiempo. Hay fuentes que dicen que los primeros rastros históricos se hallan perdidos. En algunos textos antiguos se ha denominado a este elemento vil y sin sentido el culpable de las desgracias de la humanidad. Yo no soy quien para juzgar, así que me atengo a la realidad circundante.
Aclaro que todavía sigue el proceso de investigación y evaluación, pero según fuentes oficiales, es imposible de comprender y analizar correctamente. Calculan que para el fin de la eternidad estarán listos los resultados, pero el porcentaje de eficacia no superará en ningún caso el 3,5% ya que cada una tiene sus particulares “características”.
Por último, les dejo una recomendación: Estén atentos, pueden andar por ahí aparentando ser inofensivas, pero les confieso que no hay nada peor que una mujer resentida.